martes, 2 de febrero de 2010

Práctica 13: Determinación del grupo sanguíneo y estudio de un frotis de sangre.

Objetivo:


El objetivo de esta práctica ha sido conocer de una forma muy sencilla nuestro grupo sanguíneo y observar, tras realizar un frotis de sangre, las células presentes en la sangre.

Material:

- Microscopio
- Portaobjetos
- Lancetas estériles
- Sueros sanguíneos anti A, anti B y anti RH
- Palillos
- Algodón
- Alcohol
- Solución de Giemsa
- Agua destilada

Fundamento teórico:

Los glóbulos rojos contienen dos tipos diferentes de antígenos capaces de ser aglutinados por sus correspondientes aglutininas. Tales antígenos se han denominado, por esta razón, aglutinógeno A y aglutinógenos B. Según la persona, sus glóbulos rojos pueden contener uno solo de dichos aglutinógenos, los dos reunidos o ninguno.

En el suero sanguíneo existen también dos anticuerpos aglutinantes llamados aglutinina α y aglutinina β. Del mismo modo, se pueden poseer una de las dos, las dos juntas o ninguna.

La aglutinina α produce de la aglutinación de los hematíes con aglutinógeno A (fenómeno observable por la aparición de grumos oscuros en la sangre), mientras que la β produce la aglutinación de los hematíes que poseen el aglutinógeno B. Fácilmente se comprende que en una misma persona no puedan coexistir a la vez los glóbulos rojos con aglutinógeno A y suero con aglutinina α, como tampoco B y β, pues de lo contrario se aglutinarían los glóbulos rojos.

Procedimiento:


1. En primer lugar, para obtener una muestra de sangre hacemos una punción en la yema de un dedo con la lanceta estéril de un solo uso. Apretamos la yema del dedo para que gotee la sangre y colocamos tres gotas bien separadas en un portaobjetos limpio.


2. En segundo lugar, colocamos sobre la gota de la izquierda una gota de suero anti A, en la del centro una gota de suero anti B y en la de la derecha una gota de suero anti RH.


3. Por último, mezclamos bien con distintos palillos la gota de sangre con la de su suero. Según se produzca aglutinación en una gota u otra, tendremos sangre de tipo A, B, AB, O, RH+ O RH-.


Conclusión:

En la siguiente imagen podemos observar diferentes muestras de sangre de diferentes alumnos de clase.


En el ejemplo señalado, podemos observar como el sujeto es del grupo O+, debido a que la aglutinación solo se produjo en la gota de sangre con suero anti RH. No se provoco la creación de grumos oscuros ni en la gota de sangre con suero anti A, ni en la gota de sangre con suero anti B.

Estudio de un frotis de sangre:

Un frotis de sangre consiste en realizar una extensión de sangre sobre un portaobjetos, colorearla y examinarla al microscopio.

En la preparación que observamos identificamos los distintos glóbulos sanguíneos. Para ello realizamos una observación utilizando los distintos objetivos (de mayor a menor aumento).

Procedimiento:

A la vez que colocamos tres gotas de sangre en un portaobjetos para la observación del grupo sanguíneo del sujeto, colocamos una gota de sangre más en el extremo de otro portaobjetos para realizar el frotis y así poder observar las células existentes.


Para éste, apoyamos el extremo de otro portaobjetos sobre la gota hasta que esta se extienda por capilaridad. Ha de ser extendida de una pasada rápida para que resulte una sola capa de células. El ángulo de los portaobjetos no debe ser mayor de 45°, pues cuanto mayor sea y más lenta se haga la extensión, la capa resultará más gruesa. El frotis debe secarse rápidamente al aire para evitar la formación de pequeños coágulos, lo que se facilita moviendo el portaobjetos.


Una vez la extensión de sangre esté seca, la teñimos con la solución de Giemsa (la solución ha de cubrir toda la muestra). Tras varios minutos, añadimos sobre la muestra dos o tres gotas de agua destilada y volvemos a esperar dos minutos. Pasado el tiempo de espera, lavamos la muestra con agua destilada, con precaución para evitar que el agua arrastre también las células y no solo el exceso de colorante.

Conclusión:

El frotis no estaba bien realizado, por lo que no pudimos apreciar bien las células existentes. Sin embargo, si pudimos observar muchos leucocitos, posiblemente eosinófilos, ya que el sujeto padecía procesos alérgicos.



Como no se podía observar mucho más, tomamos una muestra ya preparada. En ésta, pudimos apreciar una gran cantidad de linfocitos pequeños, agentes que intervienen en la llamada respuesta inmunológica. También pudimos observar neutrófilos y basófilos, aunque, las células en mayor cantidad eran los eritrocitos (glóbulos rojos), con forma de disco bicóncavo y carentes de núcleo.














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